"Bioy" de Diego Trelles Paz
(Destino, 2012)
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El peruano Diego Trelles Paz es periodista cultural, doctor de la universidad de Austen y escritor. Sus últimas novelas tituladas Bioy y La procesión infinita forman parte de una trilogía que trata elaborar sobre la violencia en su país.
La historia contemporánea de Perú fue marcada por varios régimenes autoritarios y la represión de Estado. Apareció en los años 1970, un movimiento armado revolucionario llamado Sendero Luminoso que marcó por su violencia durante treinta años la vida política de esta nación y que fue ferozmente reprimido por todos los gobiernos. Uno de ellos fue el gobierno de Alberto Fujimori, elegido en 1990 y cuyo mandato fue marcado por graves violaciones de los derechos humanos : organización dentro del ejército de grupos de exterminios y esterilización forzada de mujeres indígenas. Hoy en día, Perú se considera como uno de los países más peligrosos para los defensores del medioambiente y la vida política sigue con graves problemas de corrupción.
En la novela Bioy - el título refiere al nombre de un personaje de la novela – el tema de la violencia estatal es central ya que trata de la eliminación de torturadores del ejército peruano.
Es un libro muy violento organizado en cuatro partes que a lo largo de la lectura permiten recomponer el destino de los personajes entre los años 1980 y los años 2000. Es también una investigación sobre las raíces de la violencia en Perú.
La primera parte del libro se construye entre esas dos temporalidades. Alternan escenas de una sesión de tortura en los años 80 sobre una militante de Sendero Luminoso y los asesinatos metódicos, en los años 2000, de los que participaron a esa sesión de tortura : el Suboficial Franco que está encarcelado, el Comandante Bustamante exiliado con nombre falso a Estados Unidos y el capitán Gómez que vive de clandestino en Perú.
El interés de esa construcción es que permite evocar la violencia política de los años 80, por ejemplo la matanza de campesinos por el ejército peruano en diciembre de 1984, y plantear el problema de la ocultación de esos crímenes cuando la democracia ya que se destruyeron los archivos y las pruebas que podían permitir investigar sobre lo que pasó. En la novela uno de los militares explica que borraron rasgos de su existencia en los servicios de inteligencia. El Suboficial Franco que está encarcelado teme por sur vida porque podría denunciar a oficiales que han seguido haciendo su carrera militar sin problema cual sea el gobierno. O sea que se plantea en este libro el problema de la memoria histórica en democracia.
El aspecto jerárquico del sistema represivo lleva a apiadarse a veces de esos militares. Hicieron de ellos máquinas para matar, les mandaron en misión muchas veces sin recursos, obedecieron a gente que todavía goza de prestigio mientras ellos son los únicos que pagaron por los crímenes de Estado.
La segunda parte se desarrolla en los años 2000. Funcciona como una novela negra independiente. El narrador es un agente policial infiltrado en una de las pandillas más poderosas y sanguinarias de la ciudad de Lima para investigar sobre ella. El jefe de esa pandilla es también uno de los torturadores. Se llama Bioy. Esa parte del libro evoca otro aspecto de la herencia de un periodo de represión de estado : fue un periodo donde se formaron gente a la violencia, donde se formaron delincuentes.
La tercera parte pone de manifiesto otro aspecto de la memoria de la violencia: la confusión, la locura ya que volvemos a encontrar a la torturada inicial que acabó perdiendo la razón. La cuarta parte permite cerrar la historia que se presentaba hasta ahora fragmentada.
Es un libro muy interesante que requiere un lector motivado por la construcción compleja, por el recurso a diferentes códigos de escritura como el blog o el cuaderno.
