"El caso Neruda" de Roberto Ampuero
Roberto Ampuero es un escritor chileno conocido por ser el creador de la serie policiaca cuyo detective se denomina Cayetano Brulé. Cayetano Brulé, personaje observador, es un cubano que vive en Chile y en El caso Neruda, se acuerda de una vieja investigación de la cual no pensaba hablar nunca : Fue cuando el gobierno de Allende, conoció a Neruda y el gran poeta le misionó a México para encontrar una mujer... Roberto Ampuero reconstituye un Neruda verídico y poético convincente y ofrece un relato tanto policíaco como histórico a la vez que un relato de viaje.
"Cayetano quiso ir al grano.-¿Cómo puedo ayudarlo, don Pablo?
El poeta guardó silencio con las manos enlazadas sobre su barriga, bañado por la luz metálica que despedía la mañana endureciendo las fachadas de las casas y los contornos de los cerros.
-Necesito encontrar una persona-dijo tras pensar unos instantes con la vista baja-. Y debo buscar alguien discreto. Es algo personal. Me hago cargo de todos tus gastos extras, y te pago, obviamente, lo que me pidas-precisó mirándolo con desasosiego.
-¿Quiere que le busque a alguien?
-Así es.
-¿Quiere contratarme - recordó lo que el poeta le había dicho en su primer encuentro - como detective privado?
-Exactamente.
-Pero yo no soy detective, don Pablo.
Todavía no, al menos - agregó con una leve, inútil sonrisa-. Peor: no tengo idea de cómo actúa un detective.
Las manos del poeta cogieron de una mesita unos libros empastados en plástico rojo.
-¿Has leído alguna vez a Georges Simenon? - una mirada zorruna le alisó las mejillas y le arrugó la frente - Es un gran escritor belga de novelas policiacas.
-No, nunca, don Pablo - sintió verguenza de su escasa cultura literaria; se disculpó como si esa ignorancia pudiera ofender a su anfitrión - Lo siento. Solo conozco novelas de Agatha Christie y de Raymond Chandler y, claro, a Sherlock Holmes...
-Es hora de que leas al belga, entonces - continuó el otro, avasallador - Porque si la poesía te transporta al cielo, la novela poliaca te introduce en la vida tal como es, te ensucia las manos y tizna el rostro como el carbón al fogonero de los trenes del sur."